martes, 1 de julio de 2014

“EL ARQUITECTO EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS” (Inspirado en el libro de “Alicia en el país de las maravillas * al otro lado del espejo” obra de Lewis Carroll Editorial Porrúa Núm. 215) Por Graciela Alexandra Barrón Herrera

 

Resumen

En este documento se presenta el criterio personal sobre las experiencias personales por las cuales pasa un arquitecto al momento de diseñar, crear, imaginar y desarrollar proyectos.

Se exponen algunas de las experiencias por las cuales pasa el personaje de Alicia del libro “Alicia en el país de las maravillas* Al otro lado del espejo” y manifestando las coincidencias entre un personaje en un país de maravillas y un arquitecto con un potencial para crear mundo de maravillas.

Palabras clave: Diseño arquitectónico, literatura, introspección.

Abstract

This paper presents personal judgment about personal experiences through which passes an architect when designing, create, imagine and develop projects.

Some of the experiences through which passes the character of Alice of "Alice in Wonderland * Across the mirror" and showing the similarities between a character in a wonderland and an architect with potential for exposed create world wonders.

Key words: Architectural design, literature, introspection.

Objetivo

Lograr una reflexión sobre el proceso creativo y el desarrollo de ideas por medio de la reflexión de conceptos literarios.

Introducción

Si bien Lewis Carroll escribió “Alicia en el país de las maravillas * Al otro lado del espejo” para dar un cuento de regalo a Alicia una niña de 7 años, logró manifestar lo ilógico de este mundo en un cuento; nos expone pensamientos claves que revelan situaciones de todos los tiempos a pesar de haberse escrito en 1865 y 1872 respectivamente; me parece ser que resulta una experiencia inolvidable para todo aquel que se detenga a reflexionar sobre sus letras.

Este ensayo está inspirado en el libro de “Alicia en el país de las maravillas * Al otro lado del espejo” con un enfoque hacia el arquitecto y la arquitectura en la actualidad; se puede creer tonta la idea de que un cuento para niños pueda ser interpretado al entorno de la arquitectura, pero como dice en el libro “He escuchado tonterías más grandes que hacen a esta ver como digna de un diccionario”[1], para lograrlo basta detenerse a ver una obra literaria como una experiencia de vida.

Contenido

A lo largo de esta obra literaria Alicia se enfrenta a varias situaciones “irracionales” sin embargo al momento de analizarlas un poco podemos observar que las experiencias descritas, parecen ser de lo más cotidiano, y que los personajes nos brindan reflexiones que nos pueden servir en nuestro día a día.

Enfocando esto a las experiencias del arquitecto nos encontramos que al igual que en el sueño de Alicia cuando cae por el túnel y se ve confundida por todas las cosas que hay a su alrededor y la sensación de impotencia de no poder detenerse y de no tener la certeza de lo que sabe; los arquitectos nos encontramos muchas veces en el “túnel”, el momento donde todo parece revuelto o al revés y sentimos la presión del tiempo sin poder detenernos.

Debido a que el arquitecto por lo general es una persona creativa, tiene una lluvia de ideas tan grande, que al quererles encontrar un enfoque adecuado, se encuentra con dificultades en tiempo, espacio y economía; por lo que es necesario ponerse a reflexionar lo que es cada cosa y para que lo necesitamos; en el cuento Alicia estaba segura de saber lo que sabía, pero en el trayecto del túnel empezó a dudar de si misma; y es así como creo que los arquitectos nos enfrentamos al “túnel” al momento de diseñar, pensamos que sabemos exactamente a lo que se quiere llegar, pero en el proceso nos enfrentamos a una lluvia de datos, requisitos, dimensiones, estilos, ideas, etc. que nos pueden hacer tomar decisiones equívocas, esto es si no reflexionamos las siguientes preguntas; ¿Qué es? ,¿Para qué es?, ¿Lo necesito?, ¿Lo conozco?, y la que considero más importante ¿Lo creo o lo sé?

Por dar un ejemplo y sin tener nada en contra del minimalismo, ¿cuántas veces escuchamos decir a alguien “quiero una casa minimalista”? Y se realizan obras que se consideran minimalistas por tener sólo algunas características del minimalismo, estando estas características apenas próximo a lo que es el minimalismo en sí. Pero en el proceso del diseño al preguntarnos los 5 cuestionamientos antes mencionados y teniendo el panorama de los límites a los cuales se desea llegar, el diseño se facilitaría. Estas preguntas se pueden aplicar al diseño a partir de una corriente arquitectónica pero puede ser también tomado de lo particular a lo general, y responder las preguntas con cosas básicas como cualquier elemento que forme parte del diseño tales como un muro, una textura, un ornamento etc.

Es muy fácil llegar a engañarnos a nosotros mismos pensando que sabemos las cosas, que tenemos la certeza sobre todo, pero en su mayoría sólo creemos saber y no lo sabemos en realidad. No se trata de dudar de nosotros mismos, se trata de no intentar engañarnos y tener el valor de enfrentar lo que sabemos, lo que no sabemos y lo que deberíamos de saber, así como, usar lo que sabemos e investigar lo que no sabemos para que el resultado de nuestras propuestas y conclusiones sean lo más próximo a nuestra expectativa.

Comparto aquí un fragmente de cuando Alicia se encuentra con el gato Chester:

-¿Quieres decirme, por favor, que camino debo de tomar para salir de aquí?

-Eso depende micho de a dónde quieres ir –respondió el Gato.

-Poco me preocupa a dónde ir-dijo Alicia.

-Entonces, poco importa el camino que tomes- replicó el Gato.

-Con tal que conduzca a alguna parte- añadió Alicia como conclusión.

-¡Oh! Puedes estar segura de que llegarás a alguna parte- dijo el Gato- si caminas lo suficiente.[2]

Claro está que Alicia se creía perdida en este mundo y también creía necesitar ayuda sobre qué camino tomar, pero creo que este pequeño fragmento nos puede dar una idea de que los arquitectos en la búsqueda de identidad y estilo nos sentimos igual de perdidos; lo que en realidad es una desorientación en la búsqueda de un destino.

Un arquitecto puede o no concentrar su estilo, pero debe ser consciente de querer o no hacerlo, interpretando al Gato podemos resolver que si sabemos a dónde queremos llegar podemos tomar caminos que nos dirijan a ese fin, es decir, si yo como arquitecto se que quiero plasmar en mis obras algún estilo, puedo seguir caminos que me dirijan a lograr mis propósito.

Del momento cuando Alicia estaba en el tren tenemos este fragmento:

Durante este tiempo el Guarda la miraba, primero al través de un telescopio, luego al través de un microscopio, y luego al través de unos gemelos de teatro. Por fin dijo:

-viajas por ruta equivocada- cerro la ventanilla y se fue.

-una niñita tan pequeña- dijo un caballero que estaba sentado frente a ella (estaba vestido de papel blanco)-; debiera saber hacia qué dirección va, aunque no supiera su nombre.[3]

Pero por lo general no se tiene una convicción de a donde se quiere llegar desde un inicio y eso no es algo malo, porque bien dice la frase “desdichados los hombres que tienen la certeza de todo”, debes considerar que nadie puede decirte con certeza hacia dónde ir, es decir, si en el diseño no sabes a donde quieres llegar, mientras lo que hagas lo hagas caminando hacia enfrente y con decisiones que reconforten tu corazón, llegarás a lograr cosas sorprendentes.

Toyo Ito ha declarado que "la arquitectura está limitada por diversas cuestiones sociales. He diseñado mis proyectos arquitectónicos con el objetivo mentalmente asumido de que podría crear espacios más confortables si pudiera liberarme de esas restricciones de vez en cuando. Sin embargo, cuando acabo un edificio, inmediatamente me asalta la dolorosa impresión de mi propia insuficiencia, algo que irremisiblemente se transforma en energía para afrontar mi siguiente proyecto. Probablemente sea siempre así, y la misma sensación se repita en un futuro. Así que es probable que nunca fije mi propio estilo porque nunca estaré satisfecho con mis obras". [4]

En lo mencionado, nos damos cuenta que sin importar que seas un aficionado a la arquitectura, un recién egresado o bien el ganador del premio Pritzker, es probable que sientas que te encuentras perdido en la búsqueda de tu estilo, siendo que probablemente ese sentimiento sea solamente la búsqueda de la perfección de la cual somos presos todos los que creamos algún diseño, sin olvidar lo relativo que es “la perfección”..

Otra parte por la cual los arquitectos nos vemos afectados ya sea positiva o negativamente es la relación de tiempo y esfuerzo, de lo cual podemos analizar la siguiente parte del libro:

-Bueno- Observó Alicia, todavía jadeando un poco-, en nuestro país generalmente se va a alguna parte… si se corre muy rápidamente durante un largo tiempo, como nosotras hemos corrido.

-¡Un país muy atrasado!- respondió la Reyna-. Pero aquí, sabes, tienes que correr lo más aprisa que puedas para mantenerte en el mismo lugar. Si quieres ir a alguna parte, debes correr por lo menos a doble velocidad de la que hemos corrido.[5]

Así como a Alicia le parecía mucho el esfuerzo por correr y darse cuenta que no avanzaba y la Reyna consideraba que eso era lo normal para ubicarse en el mismo lugar; el arquitecto se enfrenta a una situación donde por una parte la competencia a nivel mundial es muy grande y nos podemos dar cuenta que para resaltar debemos realizar cosas superiores a las acostumbradas, que el hecho de hacer lo necesario en la actualidad ya no es suficiente para sobresalir; para poder llegar a tener grandes logros hay que esforzarse por lo menos el doble de lo que consideras que es tu máximo esfuerzo. Pero al mismo tiempo veo que por el ansia de adelantarse y llegar a destacar, el arquitecto se enfrenta a un sinfín de avances tecnológicos que si bien son una herramienta para lograr interpretar sus ideas, se da poco tiempo para analizar que en la carrera hacia sobresalir, se debe dar mayor tiempo a pensar que a desarrollar.

Sobre la arquitectura actual observo algo tan irracional donde el funcionalismo no funciona para todos y se crean soluciones donde la solución se vuelve problema; se crean edificios que parecen objetos, edificios que son lo que no parecen, que en la ambición de sorprender han logrado que se crea que cualquier cosa pueda ser creada y que la sin razón en el diseño se respalda con la ambición de sorprender.

Que en el minimalismo donde menos es más, nos dan lo irracional de una ecuación y se da un mayor valor a la creatividad de poder quitar elementos para valorar el espacio. Porque el arquitecto debe poder diseñar de tal modo, que según sea el caso el valor este en lo manos o en lo mas y en el mejor de los casos que el valor se pueda palpar en los dos sentidos. Que en una obra se pueda degustar lo que se creó y lo que no se creo, el espacio y lo construido así como lo material y lo inmaterial.

Sin importar lo irracional que parezca, existen muchas obras arquitectónicas que se crearon con el voto a favor sólo del diseñador y del cliente, y en muchos casos ni del cliente mismo; pensamos que no se puede creer en algo que no existe y ese es el primer obstáculo del diseño. Siendo que el diseño mismo es generar algo diferente a lo existente en el entorno.

- Es inútil intentarlo! –dijo-.no podemos creer cosas imposibles.

- Me atrevo a decir que no has tenido mucha práctica-observó la Reyna-. Cuando yo tenía tu edad, siempre practicaba durante media hora cada día. ¡Vaya! en muchas ocasiones creí hasta seis cosas imposibles antes del desayuno.[6]

La marcada admiración del autor por las niñas se enmarca en la capacidad de imaginar y creer en cosas imposibles; el arquitecto por sí mismo tiene la capacidad de poder creer; creer en teorías, conceptos, corrientes arquitectónicas, proporciones, efectos, perspectivas, pero sobre todo tiene la capacidad de creer en sí mismo. El creer en sí mismo es la herramienta principal para el desarrollo de las ideas y por consecuencia de grandes diseños, ya que el mayor obstáculo del arquitecto es él mismo pensando en la imposibilidad de sus capacidades en comparativa de otros arquitectos; el ejercicio mental que nos propone la Reyna de creer en cosas imposibles por media hora diaria, sería no sólo un medio para el desarrollo creativo del arquitecto sino una herramienta de esperanza del ser humano.

En el libro Alicia encontró al otro lado del espejo un mundo mágico, dónde todo era lo que no podía ser en la realidad; y es lo que el arquitecto debe llegar a ver en lo extenso de su imaginación, poder poner un espejo imaginario frente a él donde al cruzarlo pueda ver lo que quiere ver, es decir, poder visualizar lo que imagina en tiempo y espacio. Pararse frente al reto del diseño y visualizar espacios, colores, soluciones estructurales, materiales etc. Con el espejo de su imaginación y tener la certeza de que el único límite es no creer en lo imposible.

Las ideas del escritor para escribir el libro salieron de la casa de Alicia, por ejemplo el árbol que estaba enfrente de su casa lo visualizó como él árbol donde aparece el gato, la de la tienda de la calle donde vivía la hizo la tienda donde se encontraba la oveja, el gato de la familia lo convirtió en el gato Chester etc.; así podemos ver que un espacio no sólo funciona para las actividades cotidianas tales como trabajar, comer, dormir etc. sino que al diseñar se debe ver el espacio como objeto con el cual se pueden generar vínculos de lo real a lo imaginario para poder ver a este mundo maravilloso como un lugar tan irracionalmente real en el cual podemos crear espacios para que por ejemplo una persona se siente en la silla del comedor se asome a la ventana y pueda tener la perspectiva que motive al inconsciente a soñar.

Todas las personas tenemos la capacidad de soñar, y al momento de tener la capacidad de soñar, tenemos también la capacidad de plasmar los sueños con un diseño. El valor de cada elemento en un diseño puede ser plasmado como un ente más en nuestro sueño o como si fuera parte del espíritu mismo del que lo sueña.

El arquitecto se somete a un proceso de diseño donde se debe cumplir con un listado de espacios y características imprescindibles, lo cual serían los requerimientos del usuario; pero ¿qué tanta importancia se le da a cada uno de estos elementos? Es decir, ¿el arquitecto es consciente de la responsabilidad del sentido de cada elemento en sus diseños?, porque es muy fácil poder realizar un proyecto donde se cumpla con un reglamento de construcción, con las áreas requeridas etc., pero ¿estamos conscientes del uso que tendrá cada elemento? Pensamos en que por ejemplo en una recámara lo importante no sólo es el espacio para las camas, closet, tele etc., sino que es importante ponerse a pensar que una persona va a pasar una tercera parte de su vida ahí, que dependiendo de la persona, siempre será un elemento el que veas antes de dormir y otro al despertar; esto es que no sólo basta con que se realice un espacio donde pueda caber lo necesario o indispensable materialmente, si no que le des un valor a cada elemento haciéndolo parte de las actividades diarias; creo que se puede lograr si al momento de diseñar tienes la visión de trasportarte al espacio y ser responsable de lo que verá cada día una persona al despertar, al asomarse a su ventana, la sensación del roce de los dedos al tocar un muro y lo que psicológicamente se puede o no generar por medio de un espacio.

Y claro que está que si se diseña algo en particular se palpa la oportunidad de diseñar, generar y desarrollar bajo estos términos, pero por ejemplo, ¿Qué pasa si se tiene que lograr un diseño de vivienda de interés social?

En mi opinión es aún más relevante el hecho de tener la sensibilidad en el diseño, que si bien al momento de desarrollar una idea te enfrentas a presupuestos, sociedad, gobierno etc. los problemas sociales empiezan en las casas, si una persona vive en una casa donde entras y esta frío, monótono, donde puedes escuchar a todos tus vecinos, donde se tiene dificultad en los servicios, donde te despiertas y lo único que ves es un muro que pareciera recorrerse cada vez más hacia ti, que al bajarte de tu cama topas con otra cama, lógicamente tendrá mas estrés emocional y donde en el diseño no se tuvo la sensibilidad de generar alternativas que promuevan la estimulación a los sentidos de los usuarios.

Para bien o para mal la perspectiva y la sensación del usuario siempre lo influye, si se tienen dudas de esto basta caminar por un lugar donde hay plantas de lavanda para percatarse de que vas a respirar profundo de manera inconsciente y tu día puede cambiar; y que más gratificante para un arquitecto que generar un cambio positivo a partir del diseño.

CONCLUSIÓN

Nosotros somos lo que soñamos, el reflejo de tu imaginación dependerá sólo de ti, el arquitecto tiene el don de materializar sus sueños y lograr que algunos de ellos sean la inspiración de los sueños de otros. Cree en lo que ves pero ejercita creer en lo imposible, lo irracional resulta ser ya bastante obvio.

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Imagen: Del lado izquierdo Alicia, del lado derecho Louis Carroll[7]

 

 

 

 

 

Referencias bibliográficas

[1] “Alicia en el país de las maravillas * Al otro lado del espejo” Autor Lewis Carroll. Editorial Porrúa Número 215. Página 135.

2 “Alicia en el país de las maravillas * Al otro lado del espejo” Autor Lewis Carroll. Editorial Porrúa Número 215. Página 47 y 48.

3 “Alicia en el país de las maravillas * Al otro lado del espejo” Autor Lewis Carroll. Editorial Porrúa Número 215. Página 142.

4Pagina web: http://www.abc.es/cultura/arte/20130317/abci-toyo-pritzker-premio-201303171856.html

Actualización 18 marzo del 2013. Autor: ABC. Es cultura

5 “Alicia en el país de las maravillas * Al otro lado del espejo” Autor Lewis Carroll. Editorial Porrúa Número 215. Página 138.

6 “Alicia en el país de las maravillas * Al otro lado del espejo” Autor Lewis Carroll. Editorial Porrúa Número 215. Página 167.

Referencias digitales

Imagen: Composición de imagen realizada por autor de este texto realizada con imágenes tomadas de:https://www.google.com.mx/search?q=lewis+carroll&safe=off&rlz=1C1GGGE_esMX498MX499&espv=2&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=jCmhUvXOueZ8gG6koDIAg&ved=0CAYQ_AUoAQ&biw=1366&bih=667#facrc=0%3Blewis%20carroll%20photography&imgdii=_&imgrc=_


[1] “Alicia en el país de las maravillas * Al otro lado del espejo” Autor Lewis Carroll. Editorial Porrúa Número 215. Página 135.

[2] “Alicia en el país de las maravillas * Al otro lado del espejo” Autor Lewis Carroll. Editorial Porrúa Número 215. Página 47 y 48.

[3] “Alicia en el país de las maravillas * Al otro lado del espejo” Autor Lewis Carroll. Editorial Porrúa Número 215. Página 142.

[4]Pagina web: http://www.abc.es/cultura/arte/20130317/abci-toyo-pritzker-premio-201303171856.html

Actualización 18 marzo del 2013. Autor: ABC. Es cultura

[5] “Alicia en el país de las maravillas * Al otro lado del espejo” Autor Lewis Carroll. Editorial Porrúa Número 215. Página 138

[6] “Alicia en el país de las maravillas * Al otro lado del espejo” Autor Lewis Carroll. Editorial Porrúa Número 215. Página 167.

[7] Composición fotográfica por Autor de este texto, con fotografías tomadas de https://www.google.com.mx

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